- Preste atención a sus intereses.
- Establezca contacto visual, mírelo cara a cara.
- Durante los primeros meses (después de la activación del IC), focalícese en qué “escucha” y luego en qué “comprende”.
- Preste atención a sus vocalizaciones como primera respuesta clara a qué está escuchando.
- Reduzca el ruido ambiental mientras le habla, le cante o le presente un determinado sonido.
- Cántele canciones y relaciónelas a las acciones cotidianas que realiza el niño, por ejemplo: “Me lavo las manos con agua y con jabón”, mientras el niño se lava las manos.
- Realice diversos juegos donde se busque afianzar la atención y memoria auditiva, por ejemplo: el juego de “La gallinita ciega” donde identifique a través del tacto que instrumento musical sonó.
- Imite sus vocalizaciones conforme las vaya expresando.
- Háblele de manera variada y expresiva, con voz tranquila y natural a una intensidad normal.
- Use lenguaje repetitivo y rico en melodía, expresión y ritmo.
- Exponga al niño a diferentes contextos comunicativos, personas y actividades.
- Interaccione con el niño a través de los cuentos.
- Simplemente, hable con el niño.
- Aproveche las rutinas (diarias, sociales y de juego) para comunicarse con su hijo.
- Reaccione con expectación hacia un imprevisto como, por ejemplo: cuando cae algo al suelo y suena. Señale de donde proviene el sonido e intente reproducirlo.
- Háblale sobre el aquí y el ahora.
Artículo realizado por
Lic. Natalia Casquero Livia – Tecnóloga Médica Especialista en Terapia de Audición, Voz y Lenguaje.